Una sarta de perdedores.

Perder es algo que esta implícito en el deporte, no es el objetivo principal pero cualquier persona que se dedique a la practica de una disciplina deportiva debe tener en cuenta que en algún momento va a perder. Incluso en la vida, en el día a día del ser humano el perder está latente, el fallar en alguna meta es algo que a todos nos ha pasado en algún momento. Sin embargo perder no siempre es malo ya que de esta experiencia podemos aprender del error cometido y levantarnos con más fuerzas para que no vuelva a ocurrir, el problema tanto en la vida como en el deporte, llega cuando te acostumbras a perder o cuando no haces lo necesario para evitar que pase.

El Real Madrid ya tiene unos cuantos años acostumbrado a perder, cosa que es algo totalmente ilógico con tan solo echarle una mirada rápida a la historia y al palmares de este equipo. Una institución cuya palabra principal es ganar, ser mejor que todos los demás y estar siempre en la pelea por cualquier titulo o trofeo que se dispute, que los rivales sientan miedo al ver a esos once jugadores vestidos de blanco merengue saltar al campo. En el Real Madrid también se pierde, no somos perfectos, pero se pierde dando la cara y dejándolo todo en el terreno de juego y por el escudo que se lleva en el pecho.


Sin embargo los valores del equipo parecen haberse olvidado, con la llegada del señor empresario de las gafas todo lo antes mencionado se distorsiono y la institución se ha convertido en algo irreconocible. "El gafas" como buen hombre de negocios ha mantenido al Real Madrid en el 1er lugar pero de la lista Forbes, convirtiendo al equipo en una maquina de hacer dinero pero no de ganar títulos y durante sus dos mandatos un desfile de directores técnicos han pasado por el banquillo del Bernabeu.

A lo mencionado anteriormente hay que sumarle una lista de jugadores que deciden con que técnico desean jugar y con cual no, una generación dedicada a pedir más dinero cuando su rendimiento no ha estado aceptable, personas que después de haber perdido un encuentro importante van con la cara bien lavada a decir el mismo discurso de siempre a los medios "hemos merecido ganar", "no hemos salido enchufados" o el típico "hay que seguir trabajando". Estos profesionales protestan cuando se les deja en el banquillo antes de preguntar el por que, salen a caminar durante 90 minutos y dejan que sus rivales se burlen en sus narices sin hacer algo para impedirlo. El nombre en la espalda se ha vuelto más importante que el merito.

Llega un momento donde uno no puede seguir defendiendo a capa y espada lo que es indefendible, hay que pararse y aunque duela mucho, criticar y admitir la realidad. Perdedores, perdedores que no saben lo importante que es el escudo que llevan en el pecho. Eso es lo que tenemos en estos momentos, perdedores, jugadores que se han dedicado a salir al campo pero no ha jugar de verdad. Una Liga en ocho años y una Champions en 12 años, te hacen ver que es así.

Un verdadero ganador sale campeón un año pero no le basta, el próximo irá por más. Un verdadero ganador no le importa quien es el técnico de turno, dejará sus diferencias a un lado y saldrá a dar lo mejor para el bien colectivo. Un ganador saldrá al campo con un el cuchillo entre los dientes si sabe que su máximo rival ha dejado puntos en el camino y tiene la oportunidad de recortar distancias. Seguir diciendo este tipo de cosas simplemente hará un testamento de este artículo.

Si creen que es mentira lo que se ha expuesto anteriormente pueden ir y darle un vistazo a la actuación de la plantilla de baloncesto del Real Madrid. Contra todo pronostico han llenado de títulos ha esta parte de la institución. Algunos de ellos han dejado de ir a jugar a la NBA y ganar mucho más dinero por quedarse de blanco. El "Chapu" Nocioni bien lo dijo: "El que no quiera seguir ganando no es digno del Madrid". Felicitaciones muchachos por haber ganado la 3era Copa ACB consecutiva, gracias por representarnos.

Las manzanas podridas que hay en el equipo se han encargado de tumbarle la ilusión a los hinchas madridistas. Mientras ellos van a sus casas y son felices nosotros somos los que pasamos el día molestos por una derrota, me gustaría saber si ellos piensan en eso cuando se van a dormir. Es dolorosos cuando pierdes la fe en tu equipo y lo peor de todo es la solución no parece estar cerca. Ya no hay excusas, se nos han acabado, ya no hay que hablar de los arbitros ni de que los otros equipos solo se dejan todo jugado contra el Madrid. La culpa es de esta generación de perdedores, que les encanta ver al rival del país pequeño, como dicen en España, levantar copas una y otra vez.

¡Basta de perdedores! Pienso que si esto se quiere cambiar el club debe pasar por un proceso de limpieza, empezando desde arriba, empezando por "el gafas", hasta llegar y salir de unas cuantas "vacas sagradas" que se encuentran en la plantilla, es algo que me parece justo y necesario. Yo si extraño ese año donde se gano la liga de los 100 puntos y donde le ganamos al "mejor Barcelona de la historia" con suplentes. Era un equipo ganador de verdad. Yo extraño al verdadero Real Madrid. Con todo esto no me estoy bajando del carro, somos el Real Madrid y todo es posible, pero es la realidad que yo veo.




Comentarios